Existen variados motivos por los que una chica prefiera o necesite (por soledad) de uso de vibradores: de un lado, porque su pareja está ausente temporalmente. De otra parte, porque simplemente prefiere, en determinado momento, experimentar la exquisita sensación que este dispositivo le brinda.
Los vibradores son excelentes sustitutos de una pareja de carne y hueso, cuando está ausente.
Otro de los motivos, por los cuales algunas mujeres utilizan los vibradores, es por una soledad a la que le podríamos denominar “impuesta”.
Tal es el caso de aquellas que no tienen un matrimonio establecido o, bien, porque no tienen novio e, incluso, en el caso de las mujeres que se encuentran en prisión o en alguna misión laboral específica.
De otro lado pero en el mismo sentido conceptual, anotemos que algunas mujeres sienten algo de temor a la hora de ir a adquirir un vibrador, por cuanto consideran “que va a reemplazar a mi pareja y ya no querré estar con él (o ella)”.
Algo similar sucede, cuando la pareja de una chica que pretende uno (o varios) de estos dispositivos, va adquirir uno para su mujer, precisamente.
Los varones, sobretodo, sienten algo de incertidumbre, porque consideran que “ella ya no me deseará”. Pero, si bien es cierto que los vibradores les ayudan a las chicas a llegar a orgasmos más intensos, profundos y continuos, estos dispositivos nunca llegarán a reemplazar las sensaciones y emociones que se experimentan, al estar con la persona a la que ellas aman y/o desean.
Durante varios estudios (a los que hemos hecho alusión en otras publicaciones), se les ha preguntado, en privado, a varias parejas al respecto, y la mayoría ha manifestado que el principal temor es que “no vaya a ser tan exquisito” hacer el amor, como lo es la experiencia de las chicas con los vibradores.
El vibrador les brinda a las mujeres un placer intenso, pero no reemplaza a la pareja, salvo algunas excepciones.
Sin embargo y luego de usar este dispositivo, una mayoría bastante importante de esas parejas, consideran que, si bien los vibradores suministran muchísimo placer, nunca alcanzan a reemplazar a su pareja, a la que aman y desean con intensidad.
Muchas parejas consideran, además, que los vibradores mejoran sus vidas sexuales, considerablemente, en vez de servir como un reemplazante. Para ser más claros y explícitos, digamos que los vibradores los acercan más, sexualmente.
En fin y a todas estas, digamos que se trata de temores más que normales (aunque superables), dado que, en el ámbito sexual, el ego y la autoestima del ser humano son bastante sensibles. En otras palabras: todos necesitamos sentirnos importantes y “dadores” de placer y permanente satisfacción sexual a nuestras parejas o amantes.
Para los hombres, especialmente, es trascendental sentir que han sido, y son, quienes más le han proporcionado un placer intenso a sus parejas, esto es, a sus chicas.
Pero, aunque un vibrador estimula más, sexualmente, a las mujeres, debido a la velocidad de sus vibraciones, ni este dispositivo (ni ningún otro), generará las insuperables sensaciones del contacto humano, que siempre será más satisfactorio y, más aún, si hay amor y deseo de por medio.